
Sin hilo, pero con conductor
Subiros al tren, que nos espera un viaje cultural bien bonito esta semana:
Casa Montjuïc, Festa Major Sant Antoni, La Beckett
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¿Todos re-apuntados al gym? Bien, hay que cuidar este cuerpazo, pero no vamos a cometer el mismo error que en septiembre y salir corriendo como locos al aterrizar en la realidad solo para acabar agotados antes de llegar al fin de mes, ¿verdad? ¡¿VERDAD?!
Trump es presidente – again – y creo que un poco de ejercicio nos iría de perlas para exteriorizar nuestra rabia ante cuatro años más de MAGA y un discurso que anula todo lo verdadero. (A mi muchas veces me salvan las viñetas de el New Yorker).
La industria cárnica porcina es todo un temazo (El Diario, BCN Més) desde hace mucho tiempo, pero ahora se convierte en escena: la obra se llama Tres porques y es ‘la deriva perversa de un cuento infantil, una visión ácida sobre la desconexión entre la alegría del consumo inconsciente y la brutalidad de los procesos de producción’. Lo quiero ver. En la Beckett hasta el 16 de febrero.
Subiros al tren, que nos espera un viaje cultural bien bonito esta semana:
¿Qué pasaría si impusieran aranceles del 25 % sobre la cultura importada? ¿La cultura catalana se volvería ‘genial de nou’? Més genial que ara? No ho crec. La Condal se viste con un tejido cultural tanto tradicional como internacional, tan multicultural, fuerte y con tanta alma propia, que esta pregunta no surge y la respuesta no interesa. Lo que sí que podría interesar es…
La cultura en enero es un poco como el tomate de invierno: añade color, pero poco sabor. O eso pensaba mientras miraba mi cuenta bancaria (a fin de mes no llego, ni de broma) y negaba con mi cabeza por el saludo nazi de Musk (solo es el hombre más rico del mundo, no pasa nada).