Después de un Sant Joan que se saldó con una persona asesinada en la Barceloneta, dos en un tiroteo en Girona, 55 detenidos en toda Catalunya y 7.400 llamadas al 112, los mossos dicen que los delitos están bajando. Creen que uno de los problemas es que las festes majors ya no las organizan las asociaciones del barrio y, por tanto, no hay ese punto de “control social”. Pero aunque sea así, no hay garantía de que no haya violencia, porque después de que l’Orgull de la Trini se organizara con los comercios del barrio para que lucieran la bandera LGTBI, alguien ha quemado la que colgaba de una panadería en un ataque homófobo. Conviene recordar que tal día como ayer de 1977 se organizó en Barcelona la primera manifestación por el Día del Orgullo de todo el Estado. A pesar de todo, las cosas han mejorado y quiero dar ánimos a todas las familias que un año más se arruinan para llevar a sus hijos a un casal d’estiu, porque el viernes pasado terminó el curso escolar y ellas tienen que seguir yendo a trabajar: un estudio contrasta que siguen faltando becas. El sistema quiere que tengamos hijos, pero luego nos abandona cuando los tenemos. Así que quizá podemos tomar ejemplo de otras luchas y convertir la conciliación en derecho fundamental. Digo.