
Sin hilo, pero con conductor
Subiros al tren, que nos espera un viaje cultural bien bonito esta semana:
Pantalla Barcelona, Festival Grec, Per Amor a l’Hart, anti.b0dy.
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Cuando Hank, nuestro coche, no pasó la ITV porque sus faros no dejaban pasar luz suficiente, YouTube nos recomendó limpiarlos con pasta de dientes, preferiblemente la Colgate con bolitas azules. Funcionó de maravilla, los faros tan brillantes como si Hank hubiera salido del taller ayer. Ahora esta pasta Colgate vive al lado de mi cepillo de dientes. Está sin tocar. No puedo. La cultura que sí que puede viene ahora:
Una gala: se encierran 30 creadores (dramaturgos, actores, directores, músicos, escenógrafos… ) durante 48 horas para crear 3 obras que se estrenan hoy en la gala de Assajar és de covards en el Tantarantana.
Inaugura el Obrador d’Estiu de la Sala Beckett con el concierto de Habla de mí en presente (el concurso para dramaturgos tiene lugar el miércoles).
Subiros al tren, que nos espera un viaje cultural bien bonito esta semana:
¿Qué pasaría si impusieran aranceles del 25 % sobre la cultura importada? ¿La cultura catalana se volvería ‘genial de nou’? Més genial que ara? No ho crec. La Condal se viste con un tejido cultural tanto tradicional como internacional, tan multicultural, fuerte y con tanta alma propia, que esta pregunta no surge y la respuesta no interesa. Lo que sí que podría interesar es…
La cultura en enero es un poco como el tomate de invierno: añade color, pero poco sabor. O eso pensaba mientras miraba mi cuenta bancaria (a fin de mes no llego, ni de broma) y negaba con mi cabeza por el saludo nazi de Musk (solo es el hombre más rico del mundo, no pasa nada).