Si tienes un bebé y vives en la Barceloneta, por fin tienes un Espai Familiar para ir a pasar el rato con tu prole y hacer tribu con otros adultos que sufren también la locura de maternar en un mundo que quiere que te reproduzcas, pero pasa de ti cuando lo haces. A uno de los 26 que hay en toda Barcelona podrán ir Maira y su pareja con Manuel, el segundo bebé que nace después de un trasplante de útero en el Clínic. Maravilla. Un poco menos, 24, son las escuelas que el próximo curso tendrán climatización para hacer frente al verano. 24 de 170 en una ciudad con más olas de calor anuales que años de retraso la Sagrada Familia. Molaría que la economía de los cuidados y la salud pública se conviertan de una vez en el epicentro del sistema, sobre todo ahora que sabemos que la crisis climática nos va a romper el saco del turismo. En otras ilusiones rotas: la de que Junts no es racista. Aunque mejor centrarse en las buenas, como la campaña de dos estudiantes para que dejes de llamar “el paki” al bazar de la esquina. No puedo irme sin que veas, si no lo has visto ya, el delicioso puñetazo de C. Tangana a Pans & Company en Lo de Évole. Justicia obrera brillante.